El autoconsumo de instalaciones fotovoltaicas ha cambiado mucho en el panorama español en los últimos años. Gracias al Real Decreto-Ley 15/2018 y al Real Decreto 244/2019 se estableció un marco regulatorio que no sólo normalizaba las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, sino que las convertía en una inversión inteligente para el usuario. El autoconsumo consta de la instalación de módulos solares fotovoltaicos en un hogar o empresa para producir energía limpia. Esta energía puede ser consumida inmediatamente, almacenada en baterías o venderla y obtener un ahorro o beneficio económico, reduciendo así la factura de consumo eléctrico
Los beneficios de tener una instalación de autoconsumo son muchos, entre ellos:
- Reducción inmediata de la factura de energía eléctrica de hasta un 70%, dependiendo del consumo y la superficie de instalación disponible.
- Mayor estabilidad en el gasto en energía eléctrica ya que no se depende tanto del mercado actual.
- Reducción de la cuota del IBI, dependiendo de cada ayuntamiento.
- Inversión con una curva de amortización muy rápida, el beneficio económico de esta inversión se empieza a ver inmediatamente, llegando a amortizarla a los pocos años de instalada.
- En el caso de una instalación de autoconsumo aislada (desconectada de la red eléctrica), independencia energética, tanto en cuanto a disponibilidad como en cuanto a variaciones en el mercado que depende factores y acontecimientos externos.
- Producción de energía eléctrica limpia, reduciendo así el uso energías fósiles.
- Energía Inagotable, el sol siempre brillará.
- Largo tiempo de vida, una instalación fotovoltaica tiene una vida útil de al menos 25 años con eficiencias del 80-85% y muchos más con eficiencias ya menores, pero aún generando bienestar económico.